5/1/09

El INTI es Cromañon

El día martes 30 de diciembre, mientras personal del INTI auditaba Cromañon al cumplirse un nuevo aniversario de la masacre, en el PTM se incendiaba el taller de herrería (Mantenimiento) como consecuencia de las lamentables e inseguras condiciones de trabajo. En este caso, un cortocircuito en la precaria instalación eléctrica del taller desató el incendio.
La instalación presentaba una severa serie de incumplimientos de seguridad, entre los que encontramos: instalación eléctrica sobre mamparas de madera y afirmada sobre la estructura metálica de la misma -siendo esta mampara la que se incendió-, cables sobre conductos de gas, manojos indiferenciados de cables, cables con tensión entre el material de trabajo, inexistencia de tablero general, ausencia del diagrama del circuito del taller y material apilado sobre las llaves térmicas por la falta de espacio físico.
Previamente al incendio en el taller de herrería, una serie de picos de tensión quemó varias luminarias de diferentes talleres y una vez producido el incendio un gran cortocircuito soldó, en el taller de albañilería, dos caños (uno de ellos de agua y el otro de electricidad). Los diversos cortocircuitos y el consecuente incendio del taller reflejan el verdadero estado de las instalaciones eléctricas, un desastre extremo que indica que en ningún momento las llaves térmicas desactivaron el circuito.

La política de seguridad es una farsa

A un mes de la muerte de Juan Mercado las mejoras en cuestiones relativas a la seguridad son nulas. Los relevamientos realizados por los delegados de seguridad duermen los sueños de los justos y las diferentes auditorias que se realizan en los centros sólo sirven para llenar los cajones de los gerentes responsables del tema.
Una muestra irrefutable de esta desidia y triste realidad es lo que sucedió cuando se auditó mantenimiento. El auditor responsable de llevar adelante la tarea (perteneciente al grupo de 20 auditores seleccionados entre los compañeros del Instituto) observó una situación de peligro en el taller de albañilería que a su criterio debía ser resuelta de manera inmediata. Se lo comunicó telefónicamente al Ing. Vignola, responsable de la seguridad del INTI, y éste le respondió que escribiera un informe para luego analizarlo. Nada se modificó, todo sigue funcionando como siempre, pésimamente.
Pero lo que realmente demuestra que las “acciones” emprendidas en torno a la seguridad no son más que una puesta en escena, buscando ocultar las responsabilidades que les caben a las autoridades del INTI en la muerte de Mercado, es la actitud del Ing. Brunetto durante una reunión con todo el personal de mantenimiento y servicios generales, a escasos días del fatal suceso. En esa ocasión, los trabajadores le manifestamos dos graves riesgos a los que estábamos expuestos, uno era la ausencia de puesta a tierra de las maquinarias que utilizamos (en su mayoría trifásicas) y el otro era el que corrían los compañeros de herrería ya que su sector era en sí un gran peligro. La respuesta que obtuvimos fue que las cosas no se podían resolver de un día para el otro y que, por lo tanto, se irían resolviendo con el tiempo. El tiempo se adelantó a las resoluciones y seguimos pagando las consecuencias de la inoperancia de las autoridades.
Se hace necesario que los trabajadores seamos los impulsores de las mejoras necesarias, que los delegados de seguridad de los centros refuercen este trabajo y que los sindicatos (ATE-UPCN) vuelvan del ostracismo y se pongan al frente de los reclamos.