26/1/09

Martínez-Botnia: Una operación política
¿Se pretende transformar al INTI en otro INDEC?
A esta altura de los acontecimientos a nadie se le escapa que las declaraciones del Ing. Martínez sobre las aguas del río Uruguay son parte de una avanzada del gobierno para desacreditar a la asamblea de Gualeguaychú. Bien lo manifestó el Ingeniero a La Nación (16/01/09): "Vemos un conflicto creciente y una dirigencia que se puso en contra de los cortes, por eso nos parecía conveniente agregar este elemento de información objetiva. Siempre creímos que no había motivos para los cortes, pero ahora tenemos información para decir que Botnia no está contaminando." Por el revuelo político que generó, de esta aseveración tuvo que desdecirse en los últimos días.
Martínez, como funcionario, tiene derecho a sumarse a la ofensiva del gran capital y el gobierno contra el movimiento ambientalista entrerriano, cuyo objetivo de preservar la vida en la zona es democráticamente insuperable, pero no tiene derecho de implicar el trabajo científico y riguroso de los trabajadores del Inti. ¿Intenta el Ing. Martínez arrastrar al INTI por el camino del INDEC, tergiversando las conclusiones del informe, publicado en la página del INTI, para utilizarlo políticamente?
Del informe técnico que nadie cuestiona, surge: 1) que no lleva la firma ni el respaldo de ningún responsable técnico del INTI (a diferencia de cualquier otro documento dado a publicidad por las autoridades del Inti); 2) que un estudio serio sólo podría dar resultados a largo plazo (los tóxicos tienen efectos acumulativos); el estudio está pautado para ser realizado durante 2 años: tres mediciones en cuatro meses no son en absoluto relevantes; 3) dentro de los sedimentos se debía determinar los halogenuros extraíbles, para lo cual el INTI no cuenta aún con el equipamiento; y 4) para la determinación de las dioxinas y furanos (la principal fuente de factores eventualmente contaminantes y poco biodegradables), las muestras fueron remitidas a un laboratorio en Canadá y por supuesto no están los resultados de las tres mediciones.
Según reproducen varios medios, "El objetivo del INTI era publicar los resultados cuando llegaran desde Estados Unidos los resultados de las mediciones del nivel de dioxina en el agua -"el presunto generador de cáncer" en seres humanos- pero la nueva escalada de tensión con los asambleístas llevó a Martínez a adelantar las conclusiones del informe" (Ecomercosur, Quilmas presente, 15/1).
"Habíamos previsto mantener bajo perfil hasta completar la información -declaró Martínez-, pero dado cómo el problema ha explotado creemos que la dirigencia debe tener esta información técnica de base" (paralelo 32.com.ar, eldía.com.ar, radiolt41.com.ar, 15/1)
¿Qué es lo que ha explotado?: la ofensiva sin precedentes contra la Asamblea de Gualeguaychú, para lo cual ahora se pretende hacer un uso inescrupuloso del Instituto. El Ing. Martínez se habría prestado así a difundir conclusiones apresuradas de un estudio inconcluso. Salta a la vista el objetivo político más que el rigor científico.
¿Es el precio que el gobierno le hace pagar a Martínez por haberse opuesto al veto de la reglamentación en defensa de los glaciares que propició Cristina K, conocido como "veto Barrick Gold"?.
En su Plan Estratégico de diciembre de 2008 Martínez dice que los primeros interlocutores del INTI son los ciudadanos. "Libres, informados, vinculados con otros ciudadanos, protegidos y estimulados por el Estado". Entonces, ¿por qué se actuó con sigilo -según denunciaron los ambientalistas- y no se vinculó con los Asambleístas, que denunciaron que nunca vieron al INTI? ¿Por qué el Ing. Martínez, quien siempre dice que dá la cara, no aceptó el debate que le planteó Gualeguaychú?
El Ing.Martínez hace gala también de que en cuestiones ambientales y de seguridad debe ejercerse un fuerte control y acción estatal. ¿Será que lo que pretende para la pastera Botnia es lo que sufrimos los trabajadores en el INTI? Dos meses atrás el Instituto fue parado por una virtual huelga general -que precipitó el regreso de Martínez de Venezuela- en repudio a la muerte de Juan Mercado. No hace un mes se produjo un incendio en el sector de mantenimiento (herrería), cuyo acondicionamiento en materia de seguridad fue reclamado reiteradamente por los trabajadores del área. Las acciones por la seguridad en el Instituto continúan siendo una puesta en escena.
El Ing. Martínez sabe bien quién le paga, por eso cuando las papas queman se olvida de la cháchara de lo "nacional y popular" y cumple a rajatabla sus compromisos.
Desde La Naranja repudiamos las declaraciones del Ing. Martínez que golpean a la Asamblea de Gualeguaychú y nos solidarizamos con la delegada Giselle Santana descalificada por Martínez en el programa de Víctor Hugo Morales. Llamamos a la Jl de ATE a defender públicamente a la compañera, a pronunciarse en defensa de Gualeguaychú y a convocar inmediatamente a una ASAMBLEA DE LOS TRABAJADORES DEL INTI para discutir la anunciada actividad de los asambleístas (el próximo 3 de febrero, en principio, frente al INTI) por un GRAN ACTO DE SOLIDARIDAD CON LA CAUSA NACIONAL CONTRA LAS PASTERAS.

5/1/09

El INTI es Cromañon

El día martes 30 de diciembre, mientras personal del INTI auditaba Cromañon al cumplirse un nuevo aniversario de la masacre, en el PTM se incendiaba el taller de herrería (Mantenimiento) como consecuencia de las lamentables e inseguras condiciones de trabajo. En este caso, un cortocircuito en la precaria instalación eléctrica del taller desató el incendio.
La instalación presentaba una severa serie de incumplimientos de seguridad, entre los que encontramos: instalación eléctrica sobre mamparas de madera y afirmada sobre la estructura metálica de la misma -siendo esta mampara la que se incendió-, cables sobre conductos de gas, manojos indiferenciados de cables, cables con tensión entre el material de trabajo, inexistencia de tablero general, ausencia del diagrama del circuito del taller y material apilado sobre las llaves térmicas por la falta de espacio físico.
Previamente al incendio en el taller de herrería, una serie de picos de tensión quemó varias luminarias de diferentes talleres y una vez producido el incendio un gran cortocircuito soldó, en el taller de albañilería, dos caños (uno de ellos de agua y el otro de electricidad). Los diversos cortocircuitos y el consecuente incendio del taller reflejan el verdadero estado de las instalaciones eléctricas, un desastre extremo que indica que en ningún momento las llaves térmicas desactivaron el circuito.

La política de seguridad es una farsa

A un mes de la muerte de Juan Mercado las mejoras en cuestiones relativas a la seguridad son nulas. Los relevamientos realizados por los delegados de seguridad duermen los sueños de los justos y las diferentes auditorias que se realizan en los centros sólo sirven para llenar los cajones de los gerentes responsables del tema.
Una muestra irrefutable de esta desidia y triste realidad es lo que sucedió cuando se auditó mantenimiento. El auditor responsable de llevar adelante la tarea (perteneciente al grupo de 20 auditores seleccionados entre los compañeros del Instituto) observó una situación de peligro en el taller de albañilería que a su criterio debía ser resuelta de manera inmediata. Se lo comunicó telefónicamente al Ing. Vignola, responsable de la seguridad del INTI, y éste le respondió que escribiera un informe para luego analizarlo. Nada se modificó, todo sigue funcionando como siempre, pésimamente.
Pero lo que realmente demuestra que las “acciones” emprendidas en torno a la seguridad no son más que una puesta en escena, buscando ocultar las responsabilidades que les caben a las autoridades del INTI en la muerte de Mercado, es la actitud del Ing. Brunetto durante una reunión con todo el personal de mantenimiento y servicios generales, a escasos días del fatal suceso. En esa ocasión, los trabajadores le manifestamos dos graves riesgos a los que estábamos expuestos, uno era la ausencia de puesta a tierra de las maquinarias que utilizamos (en su mayoría trifásicas) y el otro era el que corrían los compañeros de herrería ya que su sector era en sí un gran peligro. La respuesta que obtuvimos fue que las cosas no se podían resolver de un día para el otro y que, por lo tanto, se irían resolviendo con el tiempo. El tiempo se adelantó a las resoluciones y seguimos pagando las consecuencias de la inoperancia de las autoridades.
Se hace necesario que los trabajadores seamos los impulsores de las mejoras necesarias, que los delegados de seguridad de los centros refuercen este trabajo y que los sindicatos (ATE-UPCN) vuelvan del ostracismo y se pongan al frente de los reclamos.